viernes, 2 de abril de 2010

EL RETORNO DE LOS GENOCIDAS AL VRAE

Por Cathy García.
El treinta de agosto del 2008 las FFAA y policiales lanzan su operación de genocidio en el VRAE que llaman “excelencia 777”. Son rápidamente repelidos por los contingentes del PCP con una sofisticada guerra de movimientos que los mismos militares admiran (NYT 18 de Marzo del 2009). Los militares no buscan ni persiguen a los guerrilleros uniformados que conocen mejor el terreno, sino se despliegan a los poblados del VRAE a “secar el agua” que consiste en cometer crímenes con impunidad y cebarse con la sangre de civiles desarmados. El 15 de marzo del 2009 detienen a siete (7) campesinos pobres todos ellos trabajadores del CAD de Buena Libra. Para justificar los genocidas justifican sus crímenes en un comunicado de las FFAA: “Estamos tomando las medidas pertinentes que permitan contrarrestar la campaña de agitación y propaganda, desarrollada por la organización terrorista sendero luminoso, persiguiendo el desprestigio y deslegitimación de las Fuerzas Armadas que combaten en el VRAE”. En la madrugada del 9 de setiembre del 2008 invaden el humilde hogar del campesino Franklin Estalla Enciso que se encontraba descansando con su familia, le disparan dos tiros en el cráneo delante de sus niños y esposa. Los genocidas publican un comunicado oficial No.020-2008-CCFFAA/09SET2008; dando cuenta de un “enfrentamiento”, donde se da muerte a un presunto “delincuente terrorista” DDTT. El 15 de setiembre del 2008 esbirros del Ejército peruano asaltan la finca de Rió Seco de la familia Pichardo, se apropian de su propiedad y allí establecen su base de operaciones. Son detenidos y ejecutados con tiros al cráneo los campesinos Félix Canchaya Limache, Maximiliano Pichardo Fernández, Jesús Pichardo Fernández y Rosa Chávez Sihuancha conviviente de Maximiliano Pichardo quien estaba embarazada con cinco meses de gestación. Todos ellos eran trabajadores en el distrito de Ayahuanco. Los genocidas de las FFAA trataron de justificar estos crímenes en el Comunicado Oficial Nº 022-2008-CCFFAA/15SEP2008 indicando que en el pasado los familiares de las víctimas eran delincuentes “terroristas”. El 15 de junio del 2007 secuestraron a Rosalinda Pichardo Chávez (15 de Junio 2007) y el 22 de octubre del 2001 a Moisés Pichardo Pariona. Estos crímenes pueden definirse como genocidio y debe juzgarse como tal en las cortes internacionales por tratarse del exterminio sistemático e intencional. El 2007 fueron detenidos, secuestrados y torturados por las FFAA los hermanos Emil Rene y Ricardo Yamin Zavaleta, quienes fueron acusándoos sin prueba alguna como “lideres de sendero luminoso”. Los responsables de este crimen son los narcogenerales genocidas EP Raymundo Flores Cárdenas ex jefe del VRAE, Walter Chávez Cruz, José Aste, y Octavio Salazar al igual que otros 14 integrantes de las FFAA. En Vizcatan trataron de usar como soplón al campesino Frank Sulca Quispe para que señale como miembro de sendero luminoso a un ciudadano inocente. En represalia, los esbirros del Ejército lo desaparecieron. En la localidad de Buena Libra los esbirros se dirigen a la CAD del mismo nombre y sin decir una palabra le meten un balazo a quemarropa al campesino Isidro Velásquez Flores y luego arrestan a 7 campesinos incluyendo al presidente de la CAD Misale Ayala Curo. En septiembre del 2008, los soldados quemaron todas las casas del poblado de Nueva Esperanza buscando el despoblamiento, este crimen lo “justifican” con la burda mentira que esos humildes hogares de campesinos eran laboratorios y centros de maceración de la coca, eso salió publicado en los diarios de Lima.

Allí está la proclama de la “devoción” por los derechos humanos del gobierno aprista. Las FFAA vuelven a mostrar al mundo en lo que son expertos: cometer horrendos crímenes y genocidios contra el pueblo desarmado. En un artículo sobre el VRAE, el New York Times (18 de marzo del 2009) publica el testimonio del sobreviviente de la masacre a la familia Pichardo quien reporta que todos los miembros de su familia fueron ejecutados con tiros a la cabeza a corta distancia. Lo más cobarde fue balear en el estomago a Rosa Chavez Sihuincha que estaba embarazada al igual que a sus 2 niños de 1 y 6 años de edad respectivamente. ¿Pero quiénes pueden cometer este tipo de crímenes contra la humanidad? El general Otto Guobovich, comandante general del ejército, tiene la respuesta. Los militares acusados por la Comisión de la Verdad de crímenes de guerra en los 90’s se encuentran en el VRAE ejerciendo sus servicios especializados en tortura y muerte contra civiles desarmados. Guobovich afirma: “Varios de los militares citados por la Comisión de la Verdad se encuentran adentro, en Vizcatan” (Entrevista, La Republica 15 Marzo, 2009). Vizcatan, una zona que tiene casi la misma extensión de la Franja de Gaza en Palestina (375 Km cuadrados) es territorio libre controlado por el PCP desde más de dos décadas.

Antero Flores Araoz (NYT, 18 de Marzo del 2009), genocida que funge de Ministro de Defensa se burla de las víctimas. Este viejo criminal e ignorante que proviene desde la época del belaundismo le dijo al periodista Simon Romero, corresponsal del NYT en Lima: “¿Qué diablos hacia esa mujer en Vizcatan? ¿Estaba rezando el rosario? Recibió su merecido.” Luego el energúmeno hace una temeraria acusación contra gente inocente: “O estaba transportando coca para procesar cocaína o era un cuadro logística de sendero luminoso”. Ninguno. En un comunicado público los campesinos del VRAE aclaran que la Sra. Chávez Sihuincha era una modesta campesina del poblado de Rió Seco que se dedicaba a cuidar sus 2 niños mientras su esposo trabajaba como agricultor en la CAD Moyobamba. La víctima no transportaba nada y lo asesinaron a las 7 de la mañana junto a toda su familia en su propia finca porque se negaron a abandonar su propiedad y ahora (después de matarlos) el Ejército lo está usando como base de operaciones.

En la entrevista al diario La Republica del 15 de marzo, el general Otto Guicovich reconoce la evacuación forzada de la población civil: “varias familias han levantado chozas alrededor de la base militar... lo vi con mis propios ojos”. Esta es una tacita admisión del despoblamiento forzado de las zonas en conflicto al estilo Vietnam que concentra a la población civil cerca de cuarteles y blancos militares con dos objetivos: 1) para que les sirva de parapetos (o escudo) frente a un eventual ataque armado de la guerrilla y, 2) si el PCP ataca esas bases militares y hay daños colaterales, allí están las ONGs del imperio listas para reiniciar la guerra sicológica “violación de derechos humanos de sendero luminoso”. ¿Y porque esas ONGs se quedan sordas y mudas frente a los crímenes de las FFAA en el VRAE y Vizcatan? ¿No decían que eran susceptibles a los derechos humanos? ¿Dónde está la Cruz Roja Internacional, dónde quedó la advertencia de la Comisión de la Verdad y Reconciliación? ¿No se avergüenza esta CVR de lo que dijo el general Guicovich que los esbirros implicados en su reporte final están allí “bien adentro en Vizcatan”- degollando a seres humanos? ¿Dónde está la defensora del pueblo? ¿Por qué perdió su lengua filuda ese jerarca de la Iglesia Católica, el diabólico Cipriani Thorne -será porque los DDHH en Perú siguen siendo una cojudeza?

En conclusión, el asalto militar sobre los pueblos del VRAE es la misma guerra sin prisioneros de los 80’s y 90’s, con los mismos asesinos de las FFAA y policiales, la misma doctrina de contrainsurgencia donde “para los soldados toda la población civil es terrorista y deben destruir todo lo que se mueve”. La campaña genocida “excelencia 777” es financiada por el imperialismo yanqui que busca instalar otra base militar en Perú. Los crímenes del VRAE son un rechazo contundente a los torcidos argumento de aquellos que sostienen que el campesinado está en “medio de dos fuegos (el PCP y las FFAA)”. Los únicos que masacran al pueblo son las balas sangrientas de las FFAA y policiales en alianza con las firmas del narcotráfico.